Connection profile

patriciagarzon2021

About: No se acude a la psicoterapia sólo si se está "enfermo"; aquí hay otras razones válidas. Las razones que llevan a iniciar un camino de psicoterapia son varias, y a diferencia de lo que solemos creer, no se refieren únicamente a problemas a resolver. De hecho, cuando se trata de cuidar la propia salud, es importante recordar que, en general, podemos enfocar esta elección de dos maneras: con la intención de "curar una enfermedad", o con el objetivo de mejorar nuestro estado de salud y bienestar. Por ello, cada itinerario psicoterapéutico se adapta exclusivamente a las necesidades y posibilidades específicas de cada persona: hay quien empieza con terapia individual, quien empieza con terapia de grupo, quien empieza con terapia familiar y quien empieza con terapia de pareja. También los profesionales son diferentes en cuanto a especialización, enfoque y relación profesional (pública, por ejemplo en consultorías o colegios, o privada, de pago), y es fundamental encontrar uno con el que nos llevemos bien. A pesar de todas estas posibilidades y de los datos que confirman el aumento de los malestares psíquicos, muchas personas siguen viendo la terapia de forma negativa, a menudo también por vergüenza, desconfianza y los viejos prejuicios de siempre. Por ejemplo, ¿cuántas veces escuchas por casualidad frases como "Deberías ser visto por uno bueno" "Está fuera, he oído que también va al psiquiatra" "Yo no voy al psicólogo, no estoy loco"? Demasiados. Así que no, no es obligatorio estar siempre muy mal, tener grandes traumas que superar o problemas que minen seriamente nuestra serenidad para intentar un curso de terapia, aunque todas estas son motivaciones correctas. Vamos a ver otros juntos. Aprender a reconocer, gestionar y expresar emociones, pensamientos y comportamientos Creo que todos conocemos la sensación de no poder explicar con palabras lo que sentimos. La inteligencia emocional es "la capacidad de reconocer, comprender y experimentar conscientemente las emociones, las propias y las de los demás". Cuando se entrena, nos permite nombrar lo que sentimos y hablar de nuestro mundo interior con más claridad, mejorando nuestra relación con nosotros mismos y con los demás. Eso es: imagina la terapia como un gimnasio para la inteligencia emocional. Además de esto, puede haber situaciones que nos generen un malestar evidente o que sean problemáticas en la vida cotidiana. Las fuertes oleadas emocionales o la apatía, los pensamientos intrusivos, los patrones de sueño irregulares, la ansiedad, el nerviosismo o los cambios significativos en el apetito son señales que no debemos ignorar: nos indican que algo va mal y que está bien pedir ayuda. Aumentar la conciencia de sí mismo ¿Quién soy yo? ¿A dónde voy? ¿Dónde quiero ir? Tomar conciencia de uno mismo y de su trayectoria vital puede sonar existencial, pero es sumamente alentador saber que hay un profesional que puede ayudarnos a hacerlo.