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About: ¿Qué haces en el psicólogo? ¿Cómo se lleva a cabo una sesión de psicología? Una pregunta que los pacientes nos hacen a menudo es: "En una sesión, ¿el paciente tiene que hablar de sí mismo y de sus problemas mientras el psicólogo permanece en silencio? La respuesta es: "Absolutamente no". Por lo general, las personas tienen miedo de "tener que llevar a cabo la sesión" mientras el terapeuta permanece en silencio religioso. La percepción que sigue, con razón, es que el psicólogo no es necesario, que puedes hacer todo por ti mismo. En realidad, las sesiones de psicoterapia son espacios en los que el paciente habla libremente de sí mismo, pero siempre puede contar con un diálogo con nosotros, en una confrontación continua. El objetivo del psicólogo es razonar juntos sobre los problemas del paciente, identificar lo que le impide encontrar y aplicar sus soluciones, establecer objetivos para aumentar su bienestar y asegurarse de que lo que le obstaculiza puede ser resuelto. Debido al hecho de que cada problema psicológico se presenta en formas muy diferentes de una persona a otra, y que cada uno trae consigo una gran cantidad de experiencias, creencias personales, valores, recuerdos, emociones y pensamientos, cada una de nuestras intervenciones, independientemente del problema reportado, siempre tiene en cuenta la singularidad de la persona. Durante la primera entrevista, se pide al paciente que firme el formulario de consentimiento informado. La firma de estos formularios es una garantía para el paciente, que a través de ellos tiene la seguridad escrita (con valor legal) de que todo lo que surja durante las sesiones estará sujeto al más estricto secreto profesional por nuestra parte. En el caso de problemas relacionados con niños o adolescentes, el psicólogo hablará con los padres y sólo entonces con los niños, y se propondrán las intervenciones más adecuadas. Aunque muchos colegas (me refiero a psicólogos independientes, no a organizaciones o asociaciones sin fines de lucro) proponen la primera reunión de forma gratuita, es más correcto que ésta sea de pago. Por el contrario, algunos incluso lo proponen a un costo mayor que los siguientes, porque si bien es cierto que se trata de un encuentro cognitivo, también es cierto que para nosotros los psicólogos los primeros encuentros son los más intensos y agotadores. Tenemos que ponernos en relación con un perfecto desconocido (y él con nosotros), conocerlo, alinearnos con sus emociones, miedos, expectativas, ganar su confianza y al mismo tiempo desarrollar nuestro diagnóstico que guiará, entonces, todo el camino terapéutico. Proponer esta intervención gratuitamente es una devaluación total del trabajo que se hace, de nosotros como profesionales que proponemos una intervención que vale 0 euros, pero también y sobre todo del propio paciente, como si le dijéramos: "ni siquiera vale la pena pagar". Las tarifas de las sesiones, varían de terapeuta a terapeuta y de ciudad a ciudad, en mi consulta el coste es de 60 euros. En los casos de organizaciones o asociaciones sin fines de lucro para cuestiones relacionadas con las incluidas en el estatuto de la asociación (generalmente mujeres o niños víctimas de la violencia o el abuso), la sesión se puede proporcionar a un costo menor o gratuitamente. El diagnóstico Después de la primera reunión cognitiva, el psicólogo propone a la persona un corto camino de diagnóstico, es decir, algunas sesiones (de un mínimo de 2 a un máximo de 5) destinadas a comprender el problema que presenta el paciente, formular hipótesis sobre los vínculos causales y, por último, proponer el camino de ayuda más adecuado en función del problema que ha surgido (les recuerdo que el psicólogo no sabe absolutamente nada de la persona que tiene delante y de su vida. Imaginar o, peor aún, pretender que puede deducir estas cosas sólo observándolo es una leyenda sin sentido, sería una actitud de gran presunción, diría casi un "delirio de omnipotencia"...). Si se trata de problemas relacionados con niños y adolescentes, el psicólogo puede necesitar más tiempo para hacer un diagnóstico, ya que generalmente es necesario conocer a los padres de los niños o adolescentes, mientras que si se trata de problemas relacionados con la escuela o dificultades de aprendizaje el camino de diagnóstico será diferente. En esta etapa pueden administrarse pruebas psicológicas, si se consideran útiles.